Los aromas limpios y nítidos de la fruta blanca dulce (manzana), combinados con matices florales, son una buena carta de presentación.
No obstante, queremos destacar lo que nos ofrece en boca, que es aún mejor. Excelente combinación de acidez y untuosidad. Atención: tiene 13,5 grados y la acidez está ahí bien presente, mostrando poderío; haciendo que el paso por boca resulte vibrante. Es de esos vinos que tienen recorrido, dejando un recuerdo bastante prolongado (y muy agradable). Nos gusta cómo refleja ese carácter fronterizo que tiene el Bierzo, entre lo mediterráneo continental y la cercanía a Galicia.
Sabemos de Jorge (sus vinos ya los conocemos desde hace unos años) que trabaja el viñedo de forma muy respetuosa, y hace lo propio en la bodega; mínima intervención, limpieza, y cuidado en los detalles.
Hemos contado más arriba que es el primer vino en este espacio...y no será el último.
¡Salud!
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