En Portugal, en Alvorninha (cerca de Caldas de Rainha, no muy lejos de Lisboa; muy próximo al Atlántico), Rodrigo Filipe desarrolla un proyecto que apostó por lo natural desde el primer momento. Autodidacta, en su Quinta do Paço elabora vinos muy personales, como este tinto que, en nariz, ofrece aromas a fruta negra, a lila y a violeta. También encontramos matices vegetales.
En boca resulta un vino fresco, atlántico, con una ligerísima tanicidad que acompaña a la acidez dominante. Pese a ser un vino de paso agradable y trago fácil, no resulta anodino. Todo lo contrario, tiende a depositarse en el centro de la lengua. Se advierte cierta salinidad que completa un conjunto muy interesante.
¡Salud!
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