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sábado, 6 de enero de 2024

ADEGA TACHÍN: VALDEORRAS ESENCIAL

Tachín era el apodo de uno de los abuelos de Juan y es el nombre de un proyecto que creemos dará mucho que hablar en los próximos años. Ubicada en A Rúa, estamos en el corazón de Valdeorras. una comarca (y una de las denominaciones más antiguas de España) marcada por una geografía poderosa: el río Sil actúa de eje vertebrador (de vía de comunicación desde al menos la época romana); la Sierra do Courel queda justo al norte y al oeste, el macizo de Cabeza de Manzaneda. Estamos en el noreste de la provincia de Ourense, haciendo frontera ya con León. La influencia atlántica está matizada por cierta continentalidad (un poco como la vecina comarca del Bierzo), a lo que hay que añadir las peculiaridades de una comarca que cuenta con la geografía ya citada.


Y sobre este paisaje actúa el hombre. Juan proviene de familia que ya hacía vino al modo tradicional, como era habitual en la España anterior al desarrollismo. Él es el primero en producir embotellando al modo actual. Cuenta con viñedos procedentes en gran medida de la herencia paterna y materna, lo que le permite jugar con cepas muy viejas en algún caso. Las viñas se nutren de un suelo en el que podemos apreciar pizarras, arcilla, cantos...y en el que Juan actúa de forma muy respetuosa, pese a las dificultades que implica cultivar en un área de mucha humedad a la que el cambio climático ha sumado no pocos problemas.

Juan se ganaba bien la vida en el mundo de la construcción, hasta que llegó la crisis de 2008 y tuvo que reinventarse. Alquiló un local, antigua carbonería del pueblo, que hoy es el Hostal O Pillabán, lugar idóneo para alojarse y poder conocer una comarca llena de atractivos naturales e históricos, además de vitivinícolas. Así que desde 2015 arranca con ese proyecto de hostelería y poco después se produce su feliz encuentro (buscando vinos para el restaurante), el enamoramiento, con los vinos naturales. Y ahí comienza su reciente historia de elaborador. 

Asombra su determinación y energía. Tiene muy claro hacia donde quiere ir. Partiendo de la herencia recibida, está trabajando el viñedo viejo para que aporte lo mejor de cada cepa y, al tiempo, tiene idea de ir plantando variedades gallegas que fueron relegadas décadas atrás para dar paso a variedades más productivas (por aquello de la cultura del vino a granel). En bodega, partiendo del conocimiento adquirido durante toda su vida, muestra, tanto la búsqueda de la pureza y la autenticidad que podemos apreciar en su godello o en su garnacha, como una gran inquietud para jugar con los coupages, llegando a combinar castas tintas y blancas que le permitan elaborar vinos frescos, que invitan a beber. 

Hasta ahora han sido unos primeros años de arrancar con lo justo, con unos pocos depósitos y alguna barrica, usando las viejas bodegas de la familia. Ahora bien, ya está proyectada ya la remodelación de la bodega que le permitirá ir creciendo poco a poco, al tiempo que en el viñedo podrá ir plantando las variedades que considera más adecuadas. 

Mientras tanto, podemos disfrutar de vinos como el Viña da Santa 2022, mezcla de mencía, merenzao, garnacha y tempranillo que estuvieron medio año en barrica de roble viejo y que se mezclaron con la godello de Rubio. La godello se expresa de una forma exquisita en Rubio.  Se trata de un vino que muestra muy bien la intensidad que ofrece la variedad en nariz y que en boca presenta una estructura de vino grande. La añada 22 se elaboró, tras una vendimia temprana, con 16 días de maceración pelicular y batonage una vez al mes durante medio año. 

Xela 2021 (homenaje en el nombre a su hermano fallecido), es una mezcla de un 70% de garnacha con tempranillo. Maceró el mosto con las pieles durante 13 días, hasta finalizar la fermentación alcohólica y de ahí pasó a un depósito de inoxidable, solo el mosto flor, sin prensar. Este vino es de esos que hacen levantar la cabeza de la copa para decir "qué bueno", tanto por lo que ofrece en nariz, como por las sensaciones en boca. Gran homenaje a cepas centenarias.

Además de estos, la añada 2023 promete cosas muy interesantes, como un ancestral de godello, o un rosado (quizá deberíamos decir clarete) donde juegan la merenzao con la moscatel tinta, el godello y la palomino.

Valdeorras es una referencia de valor gracias a la calidad de algunos de sus godellos (algunos, famosos y multipremiados) y muestra pujanza si atendemos al hecho de que importantes firmas están comprando viñedos para incorporar a su catálogo estos vinos. En este contexto, Juan de Tachín, a quien agradecemos su hospitalidad y generosidad, se muestra como una figura clave para entender y apreciar la esencia de esta comarca.

¡Salud!

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