Hace unas semanas probamos el garnacha, y hoy han venido a Vinoencasa sus dos "hermanos": el riesling moscatel, y el embolicaire, nombre menos conocido que el de trepat (misma uva, distintos apelativos).
Ambos responden a las características que ya vimos en el garnacha en cuanto a calidades, tanto en el terreno aromático como en boca. Aromas limpios, nítidos y directos, agradables (y variados), con toques florales (sobre todo en la riesling-moscatel), y frutales ( por ejemplo, notas de manzana verde en el mismo) dominantes.
En boca destacan por la buena integración del carbónico (la fecha del degüelle es junio de 2019). Son vinos que están ahora en plena forma, capaces de generar una sensación envolvente en la boca. Resultan refrescantes, merced a una acidez muy bien conseguida y, al tiempo, muestran carácter; no son vinos que pasan sin más (el embolicaire tiene un carácter más vinoso muy interesante; el riesling-moscatel es más ligero, de esos que se beben sin darte cuenta). Desde luego, para una estación como nuestro caluroso verano, resultan ideales.
Víctor Bellmunt, en su bodega castellonense de Cabanes, hace pocas botellas de estos ancestrales; exclusividad a precios muy asequibles. Experiencias placenteras aseguradas.
¡Salud!
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