Hoy probamos un espumoso elaborado según el método ancestral; un pet nat, que elabora en Cabanes, Castellón (comarca de la Plana Alta), Víctor Bellmunt.
Víctor
comenzó siguiendo los pasos de su padre, y ya tiene propio proyecto, en el que no falta una destacadísima colaboración con Alfredo Maestro Tejero, elaborando un Brut Rosé
( Víctor aporta la mayor parte de la uva -pinot noir-, así como la
elaboración; Alfredo, el resto -garnacha tintorera-).
Presenta este Mare Nostrum 2018 unos aromas limpios, nítidos y agradables, con notas de levadura, de albaricoque, de cáscara de naranja y anisados (no necesariamente por este orden).
En boca, nos beneficiamos de que está en plenitud; hace pocos meses que se ha degollado. El carbónico está pujante. Se muestra muy bien integrado; la sensación "espumosa" inicial, con una burbuja fina, se combina con una acidez muy bien medida y un ligero amargor que nos aporta una experiencia muy completa, fresca y agradable. Un vino para beber con gozo, y para disfrutarlo en cualquier ocasión.
Un ancestral sin artificios, a
partir de un viñedo trabajado en ecológico (han apostado por hacer la
transformación desde lo convencional a lo ecológico certificado -lleven cinco
años pasando los controles para conseguirlo-) y con un respetuoso trato en la
bodega, huyendo de maquillajes. Producción limitada a pocas botellas. Tenemos
la suerte de que pronto podremos probar, y traer hasta este espacio, dos
ancestrales más elaborados por Víctor: uno a base de la uva embolicaire (también
conocida como trepat), y un riesling-moscatel.
Para terminar, un pequeño
detalle. Mostramos dos etiquetas; sí, pero el contenido es el mismo. Cuestiones
de mercado.
¡Salud!
No hay comentarios:
Publicar un comentario