Detrás de este vino se encuentra Bernardo Estévez, un viticultor y bodeguero convencido hasta la médula de las bondades de la agricultura natural que predica Masanobu Fukuoka, también conocida como Permacultura. Vinoencasa estuvo visitando sus viñas y su pequeña bodega a principios de este mes de Julio y nos encantó el entusiasmo que nos comunicó, su esfuerzo por resucitar variedades autóctonas ya casi extinguidas y el cariño con el que nos enseñó sus 2 has. de viña en las que no entra ni un gramo de productos químicos de síntesis. Luego, en la bodega, en los bajos de su casa, ocupando lo que sería el garaje y algo más, probamos su vino blanco -el que hoy traemos al blog- y el tinto. Nos habló de que de este Issué 2009 apenas produjo algo más de 1500 botellas y de las dificultades que estaba teniendo para colocarlas en el mercado. En fin, nosotros nos trajimos una, que es la que hoy presentamos.
Aparece de color amarillo dorado brillante, un poquito subido de color por su edad ya algo avanzada. En nariz da notas de manzana y de hierbas (hinojo), pero dominan los aromas especiados de la barrica (vainilla, canela) y los de las lías (bollería; por momentos parece un cava). Con el tiempo aparecen también olores de frutos secos (castañas asadas) y la fruta se hace algo más dulce (piña, plátano).
En boca entra algo justo de acidez, con buen cuerpo, tacto denso, algo de calidez y ligero amargor final. Otra vez vuelve a dar la impresión de tener una madera muy evidente, sobre todo en el retrogusto especiado que deja poco después de beberlo. Nos disgusta el hecho de no apreciar en primer plano las características del interesante coupage con el que está elaborado este vino, así como el maravilloso y esforzado trabajo que se ha realizado en la viña de la que procede. Pero no, el protagonismo se lo lleva el roble francés nuevo donde ha fermentado y se ha criado. Y nos parece una contradicción el que se intente hacer un vino de la manera más natural posible, tanto en el campo como en la bodega, y que luego el resultado lo tape casi por completo la madera.
En fin, todo puede ser que este 2009 fuera el vino que inauguraba unas barricas que, ahora, algún año después, estén dando otros Issués donde de verdad se aprecie el terroir. Deberíamos probar otra añada más reciente.
Nos costó unos 16€ en la bodega de Bernardo, en Arnoia, a unos 7 kms. al sur de Rivadavia en la provincia de Ourense.
¡Salud!
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