En Girona, cerca de la frontera francesa y al pie de los Pirineos, la bodega Can Torres está desarrollando un proyecto (pequeño, familiar) donde también tiene cabida, entre otras cosas, el agroturismo. En cuanto a los vinos, elaboran pequeñas partidas, eso sí, de vinos naturales.
Este Idó procede de fincas con cepas ya veteranas, y ha tenido una crianza de 10 meses en barrica.
Muestra un ribete ya evolucionado, hacia el color teja. En nariz percibimos notas minerales, que aportan complejidad y elegancia, envolviendo una fruta roja (fresa madura, frambuesa) golosa, que se va adueñando de la copa con el paso del tiempo; las notas que aporta la madera (café) son ligerísimas, y se aprecian en su momento, cuando ya hemos disfrutado de los otros aromas, sin interferir.
Resulta sabroso, agradable, con un paso relativamente ligero. Deja un recuerdo persistente.
Un vino bien hecho que acumula muchas virtudes.
Nos costó 12,90€ en vinosautenticos.com
¡Salud!
¡Salud!
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