Se trata de un vino de capa ligera. En nariz encontramos, con limpieza y elegancia, aromas a flores, fruta roja, y regaliz. El medio año de crianza en roble francés (de 4º año) le sienta muy bien, aportando un ligerísimo matiz especiado y tostado.
En boca sorprende. Si nos dicen que es francés nos lo creeríamos, por su acidez, por su frescor y ligereza. Pues no, resulta que es de Alicante, de Villena (donde está el Pago de los Cipreses). Adiós a la imagen de vino mediterráneo pesado, jarabe de fruta roja madura con su buena dosis de alcohol.
También destacamos una salinidad que complementa muy bien a la acidez y al ligerísimo amargor final.
El responsable de esta delicadeza es Rafa Bernabé, de Viñedos culturales, sobre los que volveremos a escribir.
También destacamos una salinidad que complementa muy bien a la acidez y al ligerísimo amargor final.
El responsable de esta delicadeza es Rafa Bernabé, de Viñedos culturales, sobre los que volveremos a escribir.
Un vino muy bien hecho, sorprendente. Además es natural, y además, su precio es excelente. Son menos de 3.000 botellas, y se puede adquirir a 10 € en "Natural cien por cien", Madrid.
¡Salud!
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