Hemos tenido la suerte de probar en poco tiempo dos añadas de este vino, que la bodega alicantina Bernabé Navarro elabora en grandes tinas de barro cocido.
Nos centramos en las diferencias con respecto al 2013. En nariz, mantiene su carácter mineral, y las notas amieladas y florales, y también advertimos, en este 2011, unos aromas dulces, como de yema tostada, o acaramelados (pastilla de café con leche, whisky).
En boca mantiene su gracia; un vino seco, con la acidez bien presente, acompañada de notas salinas y de un ligerísimo amargor final. Muy bueno.
Otro ejemplo más de lo bien que puede envejecer un vino, en este caso natural, ganando complejidad y empaque.
Otro ejemplo más de lo bien que puede envejecer un vino, en este caso natural, ganando complejidad y empaque.
Se puede adquirir en Natural cien por cien por poco más de 10 €.
¡Salud!
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