El tío Paco era un convencido de que la calidad de los vinos estaba asociada a intervenir lo menos posible en las viñas. Murió en 1999 y desde entonces Pablo está al frente, aunque ya llevaba años colaborando y aprendiendo de él. Pablo parece otro caso de “la llamada de la tierra” porque sus estudios de Economía en Madrid no fructificaron.
Panorámica del viñedo |
años, aunque algunas cepas tienen casi un siglo; y otras
variedades como merlot, cabernet sauvignon, tempranillo, pinot noir o
chardonnay.
Comenzamos visitando el
viñedo, que estaba lleno de vida; hierbas y flores por doquier,
todas espontáneas porque ellos no practican el cocultivo. Las desbrozan cuando
la sequía hace necesario que el agua del suelo quede sólo para las
cepas.
Otra vez oímos hablar de
la importancia de la diversidad en el viñedo. Por ejemplo, la hierba
absorbe la humedad cuando hay exceso de lluvia y fija el terreno
evitando la erosión. Otras prácticas interesantes que nos enseñaron
fueron la utilización de los pájaros en su beneficio. Así, con los
restos de poda, han creado una especie de setos donde pueden anidar.
Las aves se dedican a comer los insectos malos para las viñas y las
frutas de los árboles que tienen plantados alrededor (les gustan
más las peras o las manzanas que las uvas, que tienen un punto de
acidez menos grata) y dejan tranquilas a las cepas. Pudimos ver con
ellos la diferencia de
Contraste de colores con parcelas vecinas |
color entre su viña y las vecinas; el verde
es mucho más intenso en las otras. Esto es debido al uso de
productos fitosanitarios que vigorizan en exceso a la planta (y la
agotan en muy poco tiempo). Por cierto, Pablo y Noelia no recogen la
uva de las viñas que están en contacto con las parcelas vecinas,
para evitar que contaminen su vino.
El viñedo"loco" |
Otra sorpresa para nosotros
fue conocer que están experimentando con dejar sin podar cepas
que han sufrido oídio, porque nos cuentan que se curan solas y se
inmunizan. Es otra forma de evitar la química. Eso sí, más de uno,
ante el aspecto selvático de estas viñas, les han preguntado
(suponemos que
considerándoles poco menos que marcianos, o al menos,
guarros) si la habían abandonado.
Sus vinos no van a concursos
y se venden cada vez más en el extranjero; esto es otro ejemplo de
que tienen que venir de fuera a decirnos lo que es bueno. Están
empezando a vender hasta en Vietnam.
Terminamos en la viña
hablando de la D.O. Bierzo, de sus pros y contras. El auge que
experimentó esta comarca, con la aparición de grandes nombres como
Álvaro Palacios, y de marcas refrendadas por los puntos Parker, les
benefició indirectamente al colocar a esta región en el mapa
vitivinícola mundial. Por el contrario, como en muchos otros casos,
la DO parece más interesada en defender la cantidad que la calidad. Así,
se ha aumentado hasta 12.000 kilos por hectárea el rendimiento
máximo permitido, nos cuenta Pablo.
Depósito isotermos |
En la bodega nos encantó
ver muchos detalles de arquitectura y material industrial antiguos,
como unos depósitos isotermos comprados por el tío, que funcionan
perfectamente, como demuestra el hecho de que contienen un merlot
2005 sin madera, o los enormes depósitos de hormigón subterráneos
que
Depósitos de hormigón |
se utilizaban en la época de los graneles, que ahora, cuando las
condiciones lo permiten, se usan para hacer la maloláctica, por la
garantía de estabilidad térmica que ofrecen. La vieja embotelladora
sigue funcionando, aunque hay que entenderla, así como la
lavadora de botellas en forma de
submarino. Otro detalle
“tecnológico” para refrigerar la bodega durante el verano,
consiste en abrir sus puertas para que entre el aire fresco de la
mañana.
La embotelladora |
Noelia nos contó cómo
hacen “El vino de los cónsules de Roma”, que fue el que nos
trajo hasta ellos.
En un depósito horizontal, puesto así para evitar una presión excesiva de la uva sobre el fondo, se echan los racimos enteros. Los de abajo empiezan a romperse, como si de un maceración carbónica se tratara. Al rotar el depósito, el líquido va remojando los racimos, para que el vino adquiera complejidad frutal y floral. En este proceso también juegan con las temperaturas: se elevan para conseguir mayor extracción y se bajan para conseguir frescor frutal. No filtran ni clarifican, sino que trasiegan el vino de depósito a depósito para desfangar. Tienen la suerte de que la bodega que hizo su tío es mayor que sus necesidades. Este procedimiento supone una gran pérdida de vino, otra muestra de honestidad y compromiso con la calidad, al igual que cuando deciden no hacer vino en una añada que no les gusta.
En un depósito horizontal, puesto así para evitar una presión excesiva de la uva sobre el fondo, se echan los racimos enteros. Los de abajo empiezan a romperse, como si de un maceración carbónica se tratara. Al rotar el depósito, el líquido va remojando los racimos, para que el vino adquiera complejidad frutal y floral. En este proceso también juegan con las temperaturas: se elevan para conseguir mayor extracción y se bajan para conseguir frescor frutal. No filtran ni clarifican, sino que trasiegan el vino de depósito a depósito para desfangar. Tienen la suerte de que la bodega que hizo su tío es mayor que sus necesidades. Este procedimiento supone una gran pérdida de vino, otra muestra de honestidad y compromiso con la calidad, al igual que cuando deciden no hacer vino en una añada que no les gusta.
Con el resto de vinos
todo es más sencillo. Se elaboran en depósito y permanecen en el
acero hasta su embotellado final. La madera, no nueva, se usa sólo en algunos.
Dentro de la DO Bierzo
elaboran “El vino de los cónsules de Roma” (el nombre lo puso el
tío, Pablo la etiqueta, cuyo dibujo representa los trazos que dejan
las gotas de vino por el depósito de acero cuando se trasiega), y
“Casar de Valdaiga”. Y fuera de la DO elaboran “El casar de
Santa Inés” donde tienen la libertad de combinar uvas no admitidas
por el Consejo regulador y hacer sus pequeños experimentos. Apenas
añaden sulfuroso a sus vinos, de hecho, en la mayoría, los análisis
no lo detectan, apunta Pablo.
Pablo y Noelia |
A continuación hicimos una
minicata vertical de “Cónsules”: añadas 2011, sacada del
depósito, 2009 y 2006. Como el primero estaba cerrado nos centramos
en los otros dos. El 2009 mostró muy bien lo que puede
dar de sí
una mencía bien trabajada, en este caso sin contacto con madera. Ya
lo conocíamos, y disfrutamos reconociendo sus flores, fruta roja,
eucalipto, cacao...; y una boca fresca a pesar de sus casi 15 grados
de alcohol. El 2006 mostró fruta madura y mayor calidez.
El “Casar 2010”, sacado
del depósito, nos dio un peculiar toque de hierba recién cortada.
El siguiente capítulo de la
cata fue sorprendente. Pablo apareció con dos botellas. La primera
era un “Casar de Santa Inés 1997” con merlot (37%), cabernet
sauvignon (29%), mencía (25%) y tempranillo (9%), y 12 meses en
barrica. Cuando lo probamos recordamos a los grandes reservas
clásicos de Rioja, con sus notas en nariz de cuero, de guindas en
licor, y con una
Un regalo del tiempo |
boca espectacular, pura seda. La segunda era una
botella del 98, con las mismas variedades aunque con más cabernet
(50% del coupage) que merlot, y 27 meses de barrica. Pablo nos
comentó que usan roble francés Allier con tostado muy suave. En
comparación
con el anterior, apreciamos las notas de pimiento de la
cabernet y, en boca, una tanicidad que augura todavía más años de
guarda. Brindamos por la memoria del tío Paco, uno de cuyos últimos
vinos acabábamos de probar.
Seguidamente pasamos al
“Casar 2001”, con cabernet (70%) y mencía, que se mostró en la
misma línea del anterior, con su tanicidad no exenta de finura.
Finalizamos con el merlot
2005 del depósito isotermo. Los siete años que ha pasado allí no
parece que le hayan sentado mal. Nos dio mucha fruta rojinegra y
recuerdos de betún. En boca también resultó fresco, con un puntito
dulce inicial y un ligero amargor agradables. Un elemento común a
casi todos estos vinos fue la tanicidad frutal marcada en boca, que
puede explicar por qué tienen tanta longevidad, caso del estupendo
1997.
Por cierto, para quienes
dicen que el vino es
Agradecemos a Pablo y a
Noelia su paciencia y amabilidad.
¡Salud!
Me ha encantado vuestra explicación porque dentro de pocos días vamos a hacer una visita a esta bodega , y tenemos mucho interés ahora mas si cabe en conocerla. Enhorabuena por vuestra exposición.
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