CATA CON MARCIAL PITA

Marcial Pita

Es curioso cómo a veces uno termina conociendo a grandes tipos por pura casualidad. Es el caso de Marcial Pita. Un día, uno de nuestros compañeros en el instituto, al entrar en el blog para consultar un vino, se encuentra con que teníamos comentado El Linze. A la mañana siguiente nos cuenta que un amigo suyo, vecino del barrio durante muchos años, es uno de los reponsables de ese vino y nos dice que, si queríamos conocerlo, él se encarcaba de concertarnos una cita. Dicho y hecho. Aprovechando que íbamos a estar de viaje por Galicia, quedamos con él en El Ferrol, su lugar de residencia. Nos encontramos en Bacoriño (C/ San Francisco, 28), una taberna donde miman el vino, te lo sirven en la copa adecuada y a su temperatura justa. Y, además, lo puedes acompañar de tapas deliciosas como una tortilla de patatas con chorizo o una fideuá marinera.

Allí, mientras degustábamos el nuevo vino que Luis Anxo Rodríguez Vázquez, de Ribeiro, acaba de sacar al mercado, Marcial nos habló de su nuevo proyecto: plantar una viña de blanco legítimo, una variedad autóctona gallega en vías de extinción, en un lugar tan extremo para la viticultura como El Ferrol, comparable por sus dificultades a la región de Champagne o a la de Chablís. Además, junto con su socio Felicísimo Pereira, han levantado una nueva bodega en Rivadavia (Orense) que lleva el nombre de El Paraguas Atlántico. Acaban de sacar su primera añada, la 2011, de un vino elaborado mayoritariamente con treixadura y con algo de albariño y godello. Nos alaba, muy ilusionado, el potencial de su viñedo, favorecido por una orografía que le permite una maduración más lenta de sus uvas al estar protegido por un elevado monte al oriente que le proporciona sombra durante buena parte de la mañana. Este monte es "el paraguas" que suaviza el duro verano orensano de Ribeiro y permite obtener unos vinos blancos más frescos.

En ese momento de la charla se unieron a nosotros el propietario y sumiller de la

Una vinoteca de nivel: La herencia de Baco

vinoteca ferrolana La herencia de Baco (C/ Concepción Arenal, 77) y allí que nos fuimos a seguir bebiendo y conversando. En esta ocasión el vino que nos acompañó fue un Lagar do Merens 2011. Entonces le preguntamos a Marcial por sus inicios y nos contó que él no procede de familia de tradición bodeguera ni viticultora, pero su padre era uno de los responsables del club de vinos Vinoselección y es a través de ahí como empezó a educar la nariz y el gusto y a formarse, sobre todo, como catador. Marcial estudió en Madrid Ciencias de la Información y muy pronto comenzó a colaborar en las principales revistas especializadas del vino. En uno de sus trabajos le tocó recorrerse de cabo a rabo las tierras y bodegas de La

La oficina de Marcial

Mancha. Allí conoció unas viñas de syrah que le enamoraron porque se dio cuenta del enorme potencial que tenían. Además, descubrió un viñedo muy viejo de tinto velasco y esto le dio la idea de hacer un vino con estas dos variedades, hasta entonces nunca ensambladas. Así salió El Linze, asociado al enólogo Federico Lucendo y al cocinero Miguel López Castanier, que ha sido elegido ya varios años como el mejor vino tinto de España. Recientemente ha vendido su participación en la bodega y ahora está centrado en sus proyectos gallegos.

Preparando la cata

Finalmente fuimos a su oficina a catar una selección de vinos que nos había preparado y que pasamos a enumerar, comenzando por los blancos:

PANCHÍN 2011

                   Nos lo sirvió para que descubriéramos la blanco legítimo, ya que aún le quedan varios años para que nos pueda presentar el vino que él quiere hacer en Ferrol con esta uva. Se trata de un vino de mesa que proviene de Negueira de Muñiz, en Lugo, en la frontera con Asturias y León. Destacaban los aromas tropicales, seguramente proporcionados por unas levaduras seleccionadas. En la boca presentaba una destacada acidez junto con, otra vez, una fruta tropical. Muy comercial.

STIBADIA 2011

Vino de Monterrei elaborado con godello y treixadura. Se apreciaban bien los aromas varietales anisados y herbáceos de la treixadura, pero también el maquillaje comercial tropical de las levaduras añadidas. En boca resultó un vino golosete, con buena acidez pero con una piña muy marcada.

AGÁS DO TEMPO 2011

Es un Ribeiro blanco que elabora su socio Felicísimo en El Paraguas, en su bodega familiar de Rivadavia, en Orense. Con treixadura, torrontés, albariño y loureira, nos cuenta Marcial que es parecido al Paraguas. La diferencia está en el componente de godello con tres meses de barrica que contiene este último. Se apreciaba el aroma de las lías y algo de carbónico. Es una nariz poco intensa, pero agradable, con notas de manzana (recordaba a un cava). En boca es largo y mineral, con un fondo ligeramente salino. Un vino atlántico.

VIÑA GOMARIZ 2009

El responsable de este vino (también conocido por "Xistos", esquistos en gallego, que es el suelo en el que nace) es Xose Luis Sebio, en Leiro, Orense. Otro Ribeiro. A Sebio le íbamos a visitar al día siguiente, así que prestamos atención a lo que nos comunicaba esta botella para poder luego decírselo en persona. Este blanco de albariño apareció un poco reducido, con aromas de fósforo al principio. Después fue desarrollando notas de caucho y mineral. Parecía estar algo tocado en nariz. En boca sus más de 13 % de alcohol le daban cuerpo y, junto con el trabajo de las lías, untuosidad y grasa en el paladar. Su paso fue algo corto. Pensamos que había tenido que estar mejor unos meses atrás. De todas maneras, lo volveríamos a probar.

EL LINZE VIOGNIER BARRICA 2010

Marcial nos presentó este El Linze blanco como un vino tecnológico fruto de un gran enólogo, Federico Lucendo, que con solo 31 años ya está entre los grandes de España. Esta viognier procede de viñedos de Ciudad Real y da en nariz los aromas clásicos de la variedad y los que le aportan las levaduras seleccionadas con las que fermenta: miel, cera de abejas, flor de azahar, fruta tropical (maracuyá) y, según pasa el tiempo, pastelería. En boca su paso por barrica lo hace envolvente, graso y largo. Es un buen producto.

A continuación pasamos a los tintos:

ALBOROQUE 2011

En una cata tan extensa como la que estábamos haciendo con Marcial no todo nos podía resultar bien, ni siquiera regular. Es el caso de este Alboroque, un mencía de Ribeira Sacra reconocible en sus aromas  varietales, pero con puntos que delataban una maloláctica aún sin terminar. En boca estaba desequilibrado, con un amargor punzante y cortante. Desagradable.

30 COPELOS 2010

Este tinto de Ribeiro con caíño longo, caíño redondo, sousón, brancellao y ferrón lo elabora la bodega Lagar do Merens, la misma del vino blanco que hacía un rato habíamos degustado con Marcial en la vinoteca La herencia de Baco. Nos gustó mucho su nariz mineral, especiada, de hierba de bosque, frutas rojas, con toques lácteos. En boca es fresco, ligero de extracción, sutil y elegante. Un placer.

PURA SAVIA 2011

Tinto de la Tierra de Castilla, de tempranillo de más de 40 años, detrás del cual se halla, otra vez, la figura de Federico Lucendo, de las bodegas Arúspide, en Ciudad Real. Procede de una parcela de vendimia temprana y se elabora sin sulfitos. Mostró una nariz sorprendente y de calidad. Nos dio notas de monte (tomillo) y de caramelo balsámico (eucalipto-limón) sobre una buena fruta roja en sazón de fondo. En boca es fresco y frutal. Muy agradable.

AUTOR DE ARÚSPIDE 2007

Otro vino de Federico Lucendo, de cepas viejas de tempranillo de 60 años. Aunque apareció algo cerrado, con el tiempo se fue abriendo y terminó por gustarnos bastante. La madera estaba ya muy integrada y daba buenas notas de especias. En boca aún resulta un poco tánico pero, como se trata de un vino de guarda, mejorará con el tiempo.

TAMARAL CRIANZA 2008

Es un Ribera del Duero, de las bodegas Tamaral, elaborado por el enólogo Nicola Tucci. Están aún muy presentes sus 14 meses de barrica, aunque se aprecia, en segundo plano, una buena fruta que se debería ir imponiendo con el tiempo. En boca se mostró astringente, duro, con mucha acidez. A este vino le quedan unos cuantos años de crianza en botella para estar bueno.

DE PADRE 2008

Se trata de un vino de la bodega San Prudencio, en la Rioja Alta, mezcla de tempranillo y garnacha. Ahora estamos ante un crianza de Rioja de perfil clásico, con la nariz especiada de la madera, pero sin un excesivo protagonismo. En la boca es más elegante que el anterior, con menor extracción y mayor ensamblaje de la barrica. Aún está por pulir.

CÓNCLAVE RESERVA 2005

Otro vino de la riojana bodega San Prudencio. También de perfil clásico, sus 24 meses de crianza en roble francés le han dado aromas de cuero y especias dulces. En boca tiene unos taninos muy pulidos, con una entrada muy agradable y un final ligeramente amargo. Nos gustó lo sedoso que resulta al paladar.

EL LINZE 2008

Y, como no podía ser de otra manera, terminamos con el vino que nos había traído hasta Marcial Pita. Nosotros ya habíamos catado el 2007 en el blog. En esta añada han reducido algo el componente de tinto velasco hasta un 15% y el resto es syrah. En nariz la syrah es la protagonista, con sus flores azules (lilas y caramelo de violeta) y sus frutas negras. Y en el paladar es fresco, balsámico, frutal, con un regusto de caramelo de mora.

                                                                                 Y hasta aquí llegó nuestro encuentro con Marcial Pita, un tipo inquieto y de charla abundante y chispeante que provocó que el tiempo que pasamos con él, desde el mediodía hasta el final de la tarde, se nos pasara en un suspiro. Nos comentó que se casa el día 28 de este mes. Desde aquí le deseamos mucha suerte y le agradecemos la exquisita atención que tuvo con nosotros.

¡Salud!