De vez en cuando apetece regalarse el paladar con una de estas joyas dulces de Jerez que son los Pedro Ximénez. El que hoy presentamos en Vinoencasa está elaborado por Bodegas Emilio Hidalgo, una veterana firma jerezana que data de mediados del siglo XIX. Lo servimos y observamos que tiene un color castaño no muy oscuro, con tonos que tiran a verdosos en el ribete y los extremos. La lágrima es densísima, se agarra a las paredes de la copa y cae muy lentamente dejando a su paso un rastro coloreado de color café. En nariz hay mucho higo maduro, higo seco y pasas. Pero también detectamos miel (miel de caña), madera (bota vieja jerezana) y notas balsámicas (eucalipto). Según pasa el tiempo, se oxigena y coge algo más de temperatura -lo hemos servido fresco-, aparecen tostados (chocolate negro y café) y una puntita de alcohol.
En la boca entra denso y untuoso, más de lo que parecía al observar cómo caía de la botella a la copa. El dulce frutal (mermelada de higo) y meloso domina, pero una buena acidez lo compensa y te invita a tomar una segunda copa. En el retrogusto nos salen los tostados de la crianza (torrefacto, caramelo de café). Está muy rico.
Dentro de los Pedro Ximénez que ya tenemos comentados en el blog este estaría situado en un término medio -por vejez e intensidad- entre el Piedra Luenga de las bodegas Robles, en Montilla-Moriles: joven y muy afrutado; y el VORS de Lustau, en Jerez: muy viejo y pleno de matices de su larga crianza. Se puede adquirir en Lavinia de Madrid por unos 15€.
¡Salud!
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