Habíamos podido probar en alguna ocasión algún sorbo de tokaji, uno de los vinos más famosos del mundo, y para nuestro blog era una asignatura pendiente "fichar" a alguno de sus representantes.
El tokaji tiene como particularidad que procede de uvas afectadas por el hongo Botrytis cinerea, que las deseca condensando azúcares y aromas.
El vino que ha dado fama a la región de Tokaji es el aszú ("seco") cuya riqueza en azúcares se mide en puttonyos, hasta un máximo de seis (hay una categoría superior, de siete, conocida como eszencia que, en el
pasado -Edad Moderna- llegó a ser considerado como el "vino de los emperadores"; dice Hugh Johnson en su "Historia del vino" que a Luis XIV le encantaba este néctar, así como también a zares rusos y a los mandatarios prusianos y austríacos).
Un puttony se corresponde con 25 kilos de uva botritizada. Así, un tokaji
aszú de 3 puttonyos se corresponde con 75 kg de pasta añadidos a 136 L de vino fresco del año.
Centrándonos en este Chateau Dereszla, que se presenta con un bonito tono ambarino, hay que decir que nos ha sorprendido su compleja nariz. Hemos detectado variados aromas: cítricos (naranja, lima), confitura de albaricoque (o albaricoques secos), ahumados (castaña asada), hidrocarburos, goma (caucho), y recuerdos de madera envejecida.
¡Salud!
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