RIMARTS RESERVA ESPECIAL CHARDONNAY 2008. Cava. España.

Ya nos habían hablado más de una vez de forma muy elogiosa acerca de los pequeños cavistas, bodegueros que se alejan de las producciones millonarias de las grandes casas para centrarse en el cuidado exquisito de la viña -en ocasiones de cepas viejas-, en la obtención de rendimientos muy reducidos y en la elaboración del cava de forma artesanal.

Hace pocos días estuvimos de compras en la enoteca Barolo de Madrid y Miguel -que sabe de todo, ¡qué envidia!- nos recomendó vivamente este cava, de pequeño productor. Nos dijo que iría perfectamente para acompañar todo un menú de varios platos. Nosotros los hemos catado primero sin comida de por medio y, después, acompañando a una humilde tortilla de patatas. Vaya ya por delante que lo hemos disfrutado mucho y que nos ha parecido delicioso.

Aparece en la copa con un color oro brillante y con abundantes rosarios de finas burbujas que ascienden sin cesar hasta la superficie. En nariz da aromas de compota de manzana (con su punto de canela), de tostados (azúcar tostada) y de bollería recién hecha (bollo suizo, roscón de reyes). Según pasa el tiempo aparecen, también, notas herbáceas (hinojo) y de miel.

En boca lo que más destaca es la finura de la burbuja junto con su cremosidad. El paso por boca es una caricia para el paladar. Otra virtud está en el equilibrio entre los aromas y sabores de la crianza (la etiqueta indica 38-44 meses) y la excelente acidez joven que aún posee y que lo hace muy fresco y muy largo en el posgusto. 

En el recuerdo queda la fruta (manzana asada) y la acidez.

Un cava elegante que da mucho placer y que cuesta unos 16 €.

¡Salud!