Hace ahora un año que asistimos en la UEC a una presentación de los vinos de la AOC Châteauneuf du Pape a cargo de José del Casal. Y hoy, sin haberlo previsto, volvemos a traer un vino de esta denominación a Vinoencasa. Recordemos que Châteauneuf du Pape es una pequeña zona que engloba los términos municipales de este pueblo y de Orange, Bédarrides, Sorgues y Courthézon, en el corazón mismo de la gran región vinícola de Vallée du Rhon, que se extiende a lo largo más de 250 kms. por ambas orillas del Ródano desde su desembocadura hasta la ciudad de Vienne.
Se trata de la primera región francesa en obtener el título de AOC (Appellation d´Origine Contrôllée) en 1923, y una de las de mayor tradición en este país pues allí se lleva haciendo vino desde que la ciudad vecina de Avignon se convierte en sede papal en el siglo XIV.
Se trata de la primera región francesa en obtener el título de AOC (Appellation d´Origine Contrôllée) en 1923, y una de las de mayor tradición en este país pues allí se lleva haciendo vino desde que la ciudad vecina de Avignon se convierte en sede papal en el siglo XIV.
La casa Domaine Pierre André tiene sus viñedos en Courthézon y fue una de las primeras bodegas de la AOC en practicar la agricultura biodinámica. En el vino que hoy presentamos llama la atención, lo primero, el complicado coupage de variedades de que se compone: garnacha, syrah, mourvèdre (nuestra monastrell), cinsault, muscardin, counoise, picpoul (la catalana picapoll) y vaccarèse. Esta mezcla tan variada es una característica de los vinos de Châteauneuf.
En la copa aparece de color picota, con una capa media y ribete algo anaranjado. En nariz lo primero que ofrece son aromas de crianza: cuero, humo, brea, betún. Tras agitar, toma el protagonismo la fruta roja (frambuesa) con un toque de licor (licor de cerezas, kirsch) y las especias (vainilla, regaliz).
En la copa aparece de color picota, con una capa media y ribete algo anaranjado. En nariz lo primero que ofrece son aromas de crianza: cuero, humo, brea, betún. Tras agitar, toma el protagonismo la fruta roja (frambuesa) con un toque de licor (licor de cerezas, kirsch) y las especias (vainilla, regaliz).
En boca entra con buena acidez, muy frutal y con unos taninos muy suaves. Es sabroso, estimula todo el paladar, y tiene un tacto sedoso y con cierta densidad. Al final deja un poco del amargor que nos gusta encontrar en los buenos vinos tintos. Estos vinos necesitan unos cuantos años en botella para estar buenos de verdad y este, ya con más de siete, está en su momento óptimo de consumo. Lo compramos en Vinadéa Maison des Vins de Châteauneuf du Pape por 24 €.
¡Salud!
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