En el centro de Portugal, concretamente en Penalva do Castelo, en la región de Dao ( denominación vinícola portuguesa situada entre las cuencas del Tajo y del Duero -Tejo y Douro-; entre España y el Atlántico), Joao Tavares de Pina (Quinta da Boavista), elabora este blanco en depósitos de acero inoxidable, para presentar con pureza las riquezas de un suelo granítico (con esquistos y arcilla) y las aportaciones de los vientos atlánticos que ejercen su influencia benéfica. Las parcelas se cuidan con esmero, y en bodega se opta por una intervención mínima.
Cuando acercamos la copa a la nariz observamos que presenta unos aromas limpios a fruta (fruta madura) y a flores, a campo.
En boca resulta agradable. Un ligero amargor juega con la acidez para compensar la sensación untuosa.
El vino resulta sabroso y tiende a depositarse en toda la lengua pese a su estructura ligera. Deja un recuerdo bastante persistente y una sensación final muy placentera.
Todo un descubrimiento. Portugal tiene mucho que ofrecer. Esperemos poder contribuir a la difusión de sus riquezas vinícolas ocultas.
¡Salud!
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